Estaba hecha de una especie de paja dentro de un saco, tiene bastantes años.
La encolamos para reforzarla y también colocamos unas pequeñas escuadras en las patas.
Mientras que seca la cola, con pasta de madera tapamos todos los desperfectos.
Una vez seca, le damos una mano de pintura efecto tiza de un color piedra y lo desgastamos con lana de acero fina.
Le damos otra capa de un color más claro y hacemos lo mismo.
Luego a mí me gusta darle una mano de un barniz acrílico incoloro.
Ponemos la esponja y encima colocamos y grapamos la guata.
Hacemos lo mismo con la tela y rematamos con una tira de pasamanería sujeta con clavos de tapizar.
Silla terminada.
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